Seguidores

16 de octubre de 2011








-Cascos rojos: Panasonic.
-Camisa de cuadros: Pull and Bear.
Me enteré de todo, furiosa golpee el cristal y salieron chirivitas descuartizadas. Deseé verle, tenerle para poder pagarle con la misma moneda que me pagó él. Sentí un rencor inmenso. Quisiera poder matarle, clavarle un puñal por la espalda y tirar su cadáver al mar. Pensé como dañarle lentamente, quería que sufriera todo lo que había sufrido yo.
Quise salir fuera en plena noche y mojar mi rostro con las gotas de agua que caían del cielo, así nadie se daría cuenta de que estaba llorando.  

Eran tantas almas muertas, tantas lágrimas derrochadas en una misma noche. Quise ser inmune a todo, quise permanecer en el tiempo imperfectamente perfecta. Quería volver más fuerte, poder estar entera cuando me pasara esto de nuevo. Lo peor de todo, lo que yo no quisiera más sería volverme a enamorar. ¿Para qué?¿Para qué sirve amar a alguien?¿Para estar feliz 2 días y cuando todo se acabe estar hecha una mierda como ahora?
Me es indiferente tener el corazón de piedra. Haría todo lo necesario para no volver a sufrir por amor.



Att: Sara Sánchez Uceda.






























-Vestido color verengena: Blanco
-Sandalias negras de tacón: H&M
-Gafas de sol: Ray-Ban Aviator

Desgraciadamente, tragedia.


Ella está sola, ella tras el teléfono esperando un solo aliento de vida. Espera encontrar respuesta, pero no oye nada más que silencio, suspira profundamente como si fuera el último remedio para sobrevivir.
El mundo se desmorona; un grito que rasga el cielo en un pobre intento de no ahogarse en agonía. Todos los intentos son en vano, cada vez siente más comprimido su corazón, poco a poco le va faltando el aire. Sabe que esto tiene fin, sabe que todo va acabar.
Intenta caminar hacia la persona que más quiere para poder verla por última vez.. ¿Por qué no estuvo allí? ¿Por qué no la recogió mientras caía en el vacío? Mientras lanzaba aquella botella contra el cristal fundiéndose en un montón de esquirlas. No pudo contenerse... Gotas de agua saladas empezaban a rodar por su cara, sintió un fuerte latido en el pecho, cada vez se ponía mas nerviosa, no sabía qué hacer. Puede que estuviera paranoica. Puede que todo fuera un sueño, pero los sueños nunca se hacen realidad pensó. Sobresaltada, cogió el teléfono con sus resecas manos, marcó el teléfono de la única persona que mas añoraba en esos momentos. Escuchó una débil respuesta -¿Sí?-No sabía que decir no había nada que decir ¿Algo que realmente nunca había empezado estaba a punto de acabar?
La persona que estaba detrás del teléfono insistía: -¿Hay alguien ahí? ¿Dessi eres tú? -
El espejo se rompió en mil pedazos, mil pedazos reflejando una lágrima. Ella por fin pudo decir una palabra: -Justin... te necesito- Cada segundo que pasaba sentía mas cerca la hora en la que todo iba acabar y nunca le podría volver a oír... Escuchar su dulce voz.... Nunca podría conseguir estar con él para siempre... A su lado, como ella siempre había soñado, porque tendría que haber tenido aquel momento de aturdimiento en el que tomo aquella estúpida pastilla. En cuestión de horas surtiría su efecto y todo habrá acabado.
Dejó el teléfono de un golpe y salió corriendo hacia la cocina intentado buscar un remedio para su enfermedad, encontrar unas pastillas... Enfermedad... Mejor dicho veneno que seguramente ahora corría por sus venas necesitaba una cura ¡Y ya! Escucho una tenue voz dentro de si… [Los actos quedan marcados, eres porque alguna vez fuiste.]
Y por fin se dio por vencida comprendió que no había vuelta atrás. Escuchó golpes a alguien estaba golpeando su puerta. Le quedaban las fuerzas suficientes para levantarse y poder abrirla... Y le vio allí ¡Era él! Se lanzó a su cuello, no podía parar de llorar, las piernas le fallaban y sino fuera por el abrazo de él que la sostenía se podía haber caído al suelo. Desgraciadamente el final acabó llegando como siempre…
Dessi dijo su última palabra: -te quiero más que a...- no pudo terminar la frase, Justin se ahogo en sollozos...
No podía vivir sin ella, y actuó por inercia, salió corriendo hacia el balcón con Dessi en brazos cuando se subió a la barandilla noto la suave brisa en la cara lo siguiente que sintió fue que volaba. Estaba muerto.
Att: Sara Sánchez Uceda & Cintia Pulido Lamas.










































Camiseta "The Beatles": Primark.
Gafas de pasta negra de ver: H&M
Chaqueta negra básica: Sfera.
Pintauñas verde-azulado: KIKO

¿Para cuándo una de olvidar?

Es el camino correcto.

Mirarte a un espejo y no reconocerte, ensayar sonrisas que lleguen a resultar creíbles al resto del mundo. Sentir que no eres la que está reflejada en ese espejo, que no eres tú la que se rinde a la primera de cambio, que no eres tú la que llora todas las noches por confundir quién sabe qué sentimientos y que no eres tú la que se deja mangonear.
Auto-convencerte de que no te mereces algo más y conformarte, es el camino fácil. Enfrentarte con todo aquel que te haga sentir inferior, es el camino correcto.


Camiseta de plumas: Primark.

Cuanta razón.


Todas las personas, por diferente que seamos tenemos una característica común; nos creemos fuertes, y no lo somos. Es más, somos sensibles a la vida. Creemos que la vida es fácil, que los miedos se superan; que a nosotros "eso" no nos va a pasar nunca.
- Las chicas nos hacemos la duras con chicos por los que moriríamos a cambio de un beso.
- La gente critica y no sabe decir las cosas a la cara.
- Los chicos piensan que llorar es de maricas, cuando se ha convertido en necesidad.
- Las madres; tienen cualidades que las hace más fuertes que a cualquiera respecto a sus hijos, pero viven rodeadas de miedos.
- Los ricos se creen que con su dinero solucionan todo; pero no todos los problemas les rodea el dinero.
- Nosotras pensamos en olvidarle mañana y no podemos, lo hacemos meses después. ¿Somos fuertes?
- Los tíos se van con cualquier chica fácil, en vez de luchar por una que de verdad les gusta.
- Los pobres se esconden en alcohol.
- Inventamos nuevas tecnologías para enfrentarnos a pequeños problemas... ¿Y los grandes?
- Somos egoístas... ¿Pero a la vez fuertes?
- Incluso bomberos, policías... Gente que trabaja diariamente cerca de la muerte y sin embargo la tiene pánico.
- Los chicos no revelan sus sentimientos por el que dirían los demás, que valiente...
- Los que no tienen miedo a la muerte se suicidan por miedo a la vida.
- Para llegar a la "felicidad" vamos por el camino más corto.
- La gente miente para ocultar la verdad.
- Las personas hacemos promesas que no podemos cumplir.
Nos creemos fuertes, y nadie en este mundo lo es.
Pero no ser fuerte no significa poder luchar, eso es algo que la gente sabe hacer, luchar para ganar, aunque haya obstáculos en el camino que te hacen sensible, pero construyen la fuerza de uno.

¿Bailas conmigo?

La vida podría compararse con una canción.
Una canción que es difícil de bailar para la mayoría y para otros es un simple juego. Una canción que a pocos les gusta pero no quieren que acabe. En esta canción, el botón de rebobinar no existe y tampoco el de pausa.
Algunos prefieren escuchar todas sus notas, todos sus silencios, disfrutando cada compás y otros no saben que hacer para ralentizarla. Algunos buscan a alguien que baile esa canción con ellos para que sea más amena, una persona con la que tengan la seguridad de que no se van a perder y otros no encuentran a esa persona o prefieren bailar y disfrutar la melodía solos. Yo pienso que en esta canción es mejor tener un apoyo, tal vez un amigo en un mal momento o alguien con quien compartir un abrazo en el momento más dulce de la canción. Pero no hay que tener miedo de que la música acabe, hay que sentirse feliz de haber podido disfrutar la melodía, hay que vivir la música y en los últimos compases comprenderás si te gustó o no la canción. Mi canción soy yo misma. Soy yo con mis miedos, mis alegrías, mis tonterías, mis sueños... Y tú... ¿Bailas conmigo?

Y qué me vas a contar tú a mi que ya no sepa.


Que sí que lo sé, que no hay más, que esta vida es una puta mierda, cuando crees que todo va bien algo viene y de repente te jode todo, pero todo. Que ya no tienes ganas de nada, que dudas de todos, que todo te parece mal, que la gente en la que siempre has confiando se vuelven extraños, que ya no sabes qué hacer para mejorar porque lo único que te podía mejorar era la compañía de esa persona a la que quieres y que ahora ya no puede estar a tu lado, y cada vez que lo piensas te destruyes más y más por dentro. Porque ahora sales a la calle con una sonrisa pintada en la cara, una sonrisa falsa, una sonrisa forzada, porque no encuentras ni si quiera un solo motivo por el que esbozar una sonrisa en tu cara verdadera.
Att: Sara Sánchez Uceda.







Starbucks: Frapuccino de café con caramelo.
Gafas de corazón: Primark.
Pintauñas negro: KIKO.
Chaqueta negra básica: Sfera.
Camiseta gris de tirantes: Blanco.
Shorts vaqueros: New Yorker.

Te amo, Javi.

Que yo te quiero cuando callas y cuando chillas; te quiero cuando ríes y cuando lloras; te quiero cuando haces el tonto y cuando estás serio; te quiero cuando pones caras feas y cuando te haces el "guapito" ; te quiero cuando me besas e incluso cuando te escapas de mi y me vacilas; te quiero cuando pones esa carita de niño bueno; te quiero cuando te haces el interesante, cuando imaginas, y haces el tonto; te quiero cuando eres el más tierno; te quiero cuando me coges de la mano, cuando me abrazas y cuando me haces reír sin parar; te quiero cuando no paras de decir tonterías, cuando dices que me vas a comer o cuando me cuentas esas historias tan entretenidas sobre tu vida; te quiero cuando me acaricias la cara, o cuando quieres besarme en el cuello por que sabes que es mi punto débil y entonces te ríes te juro que en ese momento me dan ganas de abrazarte y no soltarte nunca, nunca, nunca; te quiero cuando te crees príncipe y me haces sentir princesa; te quiero cuando te haces el enfadado y tengo que ir detrás tuya para que me hables; te quiero cuando dices que estás "malito" y necesitas mimos o cuando te toca hacer de enfermero conmigo; te quiero de aquí al infinito, desde el primer pelo de tu cabeza hasta la punta de tus pies; te quiero desde la primera estrella hasta la última; te quiero por como me tratas y por como eres cuando estás junto a mi; te quiero porque me quieres; te quiero porque eres especial; te quiero porque empecé a quererte cuando apenas nos conocíamos y te quedabas pillado mirando para mi y yo te miraba de repente y ponía así carita extraña, entonces tú te reías y yo me ponía roja roja roja... Y es que te quiero por esos detalles que a mi no se me olvidan.

17.


Como el último cigarro del paquete. Como ese último sorbo de ginebra. Como un chute de adrenalina. Eres como esas mañanas de sol en invierno o como esos soplos de viento fresco en verano. Como esconderse entre el edredón en invierno o el lado más frío de la cama en verano. Eres como el placer de quitarse los tacones tras una larga noche. Eres todo lo bueno y todo lo malo. Eres todo lo que quiero y lo que no quiero. Muchas veces eres más que todo eso, eres pura adicción, algo ajeno a los sentidos, todo eso que me hace desvariar.

A veces un problema se resuelve con un solo giro de muñeca.



Y caminaré sin mirar atrás.

17.

¿Por qué eres así? ¿Por qué? Eres tan bonito, tan transparente cuando te miro a los ojos... Cuando te miro a los ojos me lo dices todo con solo una mirada. Me dices todo lo indescriptible.
Cuando besas mis labios es como si un millón de mariposas de colores revoloteara por mi estómago. Cuando acaricias mi cara creo todas el cielo con la yema de los dedos. Porque lo que tú me haces sentir es completamente perfecto.



Att: Sara Sánchez Uceda.