La vida da muchas vueltas. Las oportunidades pasan, los trenes se van, la paciencia se agota, la fuerza se debilita, los ojos lloran y el corazón flaquea. El cuerpo tiembla, la cabeza desordenada. Mi mundo se separa en dos, mi vida se desmorona. Hasta aquí se ha dicho, ya no más, no voy a consentir ver a mi madre volver a llorar:
-SEAMOS FUERTES, JUNTAS.-