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16 de octubre de 2011

Desgraciadamente, tragedia.


Ella está sola, ella tras el teléfono esperando un solo aliento de vida. Espera encontrar respuesta, pero no oye nada más que silencio, suspira profundamente como si fuera el último remedio para sobrevivir.
El mundo se desmorona; un grito que rasga el cielo en un pobre intento de no ahogarse en agonía. Todos los intentos son en vano, cada vez siente más comprimido su corazón, poco a poco le va faltando el aire. Sabe que esto tiene fin, sabe que todo va acabar.
Intenta caminar hacia la persona que más quiere para poder verla por última vez.. ¿Por qué no estuvo allí? ¿Por qué no la recogió mientras caía en el vacío? Mientras lanzaba aquella botella contra el cristal fundiéndose en un montón de esquirlas. No pudo contenerse... Gotas de agua saladas empezaban a rodar por su cara, sintió un fuerte latido en el pecho, cada vez se ponía mas nerviosa, no sabía qué hacer. Puede que estuviera paranoica. Puede que todo fuera un sueño, pero los sueños nunca se hacen realidad pensó. Sobresaltada, cogió el teléfono con sus resecas manos, marcó el teléfono de la única persona que mas añoraba en esos momentos. Escuchó una débil respuesta -¿Sí?-No sabía que decir no había nada que decir ¿Algo que realmente nunca había empezado estaba a punto de acabar?
La persona que estaba detrás del teléfono insistía: -¿Hay alguien ahí? ¿Dessi eres tú? -
El espejo se rompió en mil pedazos, mil pedazos reflejando una lágrima. Ella por fin pudo decir una palabra: -Justin... te necesito- Cada segundo que pasaba sentía mas cerca la hora en la que todo iba acabar y nunca le podría volver a oír... Escuchar su dulce voz.... Nunca podría conseguir estar con él para siempre... A su lado, como ella siempre había soñado, porque tendría que haber tenido aquel momento de aturdimiento en el que tomo aquella estúpida pastilla. En cuestión de horas surtiría su efecto y todo habrá acabado.
Dejó el teléfono de un golpe y salió corriendo hacia la cocina intentado buscar un remedio para su enfermedad, encontrar unas pastillas... Enfermedad... Mejor dicho veneno que seguramente ahora corría por sus venas necesitaba una cura ¡Y ya! Escucho una tenue voz dentro de si… [Los actos quedan marcados, eres porque alguna vez fuiste.]
Y por fin se dio por vencida comprendió que no había vuelta atrás. Escuchó golpes a alguien estaba golpeando su puerta. Le quedaban las fuerzas suficientes para levantarse y poder abrirla... Y le vio allí ¡Era él! Se lanzó a su cuello, no podía parar de llorar, las piernas le fallaban y sino fuera por el abrazo de él que la sostenía se podía haber caído al suelo. Desgraciadamente el final acabó llegando como siempre…
Dessi dijo su última palabra: -te quiero más que a...- no pudo terminar la frase, Justin se ahogo en sollozos...
No podía vivir sin ella, y actuó por inercia, salió corriendo hacia el balcón con Dessi en brazos cuando se subió a la barandilla noto la suave brisa en la cara lo siguiente que sintió fue que volaba. Estaba muerto.
Att: Sara Sánchez Uceda & Cintia Pulido Lamas.

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